El diseño de este colegio es el proyecto de fin de carrera de Kristina Egbers para la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Stuttgart. Desarrollada con un equipo alemán de Ingenieros Sin Fronteras, la primera de las cuatro fases constructivas se ha finalizado en el distrito de Hopley, a las afueras de Harare, la capital de Zimbabue. 

Con dos aulas y un espacio al aire libre cubierto, el edificio parte de un sistema constructivo modular con arcos con 35 centímetros de grosor, reforzados por los muros exteriores. Una doble cubierta y el empleo de adobe protegen a las estancias contra el sobrecalentamiento. 

Además las aperturas permiten la ventilación cruzada. A través de la transferencia de conocimientos constructivos a los residentes, un diseño sencillo y el uso de materiales locales se busca desarrollar un campus para mil alumnos con aulas, oficinas, instalaciones sanitarias y una biblioteca.