Ornella Sanz Moreno

Panamá y Sacyr van a la guerra y paralizan las obras del Canal


02 de Enero de 2014

La gran obra de ingeniería del siglo XXI, la ampliación del Canal de Panamá, se viene abajo. El consorcio liderado por Sacyr ha enviado una carta a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en la que renuncia a continuar con la construcción de las nuevas esclusas por el sobrecoste que han conllevado los problemas surgidos en el último año.

Según han confirmado fuentes próximas a la constructora, la imposibilidad de llevar a cabo los trabajos en el precio pactado les ha llevado a renunciar a terminar la obra, que ya estaba completada en un 64%.

"Grupo Unidos por el Canal (GUPC) ha enviado a la Autoridad del Canal de Panamá la nota de preaviso de suspensión de los trabajos, de acuerdo a la sub cláusula 16.1 de las condiciones del contrato para la construcción del tercer juego de esclusas", indicó el consorcio en un comunicado enviado a Efe.

Por el contrario, fuentes próximas al Gobierno del país centroamericano han indicado que ha sido la ACP la que ha decidido tomar el control de la infraestructura ante la incapacidad de Sacyr y de Impregilo de cumplir con las cláusulas de la concesión.

Con el preaviso, "la ACP tiene 21 días para cumplir con los requerimientos solicitados" por el consorcio, unos "1.600 millones de dólares" en reclamos económicos, tiempo durante el cual "los trabajos continuarán con normalidad", indica la amplia misiva del GUPC.

Sacyr y su socio italiano y la holandesda Jan de Nul consiguieron la que se ha llamado una de las grandes obras de ingeniería del siglo XXI en 2009 por un montante próximo a los 3.200 millones de dólares. Cuando este consorcio se impuso en una reñida subasta a un grupo americano y a otro español en el que participaban ACS FCC se generó una fuerte polémica ya que los perdedores les acusaron de hacer una oferta temeraria, con unos costes tan ajustados que no se podrían desarrollar los trabajos.

En las últimas semanas la tensión entre Sacyr y la ACP había crecido de tal manera que el consorcio español envió un comunicado el pasado día 16 en el que reiteraba su disposición a cumplir con lo pactado y terminar las esclusas en el primer semestre de 2015, nueve meses más tarde de lo previsto inicialmente. El Canal de Panamá quería que la obra estuviera finalizada en octubre de 2014, cuando se cumplen los 100 años de la primera construcción que une el Atlántico con el Pacífico.

La ACP rechaza de manera "categórica las presiones"

Al mismo tiempo, la ACP respondió a Sacyr amenazándole con tomar las obras del Canal si la parte española no se ajustaba al contrato. Sacyr había reclamado a un tribunal de arbitraje más de 600 millones de euros en sobrecostes que Panamá se ha negado a abonar. En los últimos meses, tanto la ministra de Fomento, Ana Pastor, como el Príncipe Felipe visitaron el país centroamericano para respaldar a Sacyr al considerarse uno de los grandes contratos que enarbolan la bandera de la llamada Marca España.

En la carta de preaviso "se reitera que ACP está al tanto de los intentos repetidos del contratista de reunirse al más alto nivel con la intención de discutir de una manera justa y apropiada una solución, bajo la ley panameña, de los grandes problemas financieros que están afectando el proyecto". y Añade que "a pesar de haber llegado a acuerdos entre ambas partes, el Administrador (de la ACP, Jorge Quijano) ha decidido no honrar dichos acuerdos", indicó el GUPC.

Por su parte, la ACP rechazó de manera "categórica las presiones" del consorcio encargado de la ampliación de la vía interoceánica, para negociar "fuera del contrato" los sobrecostes. En un breve comunicado, la ACP afirma que si el Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que lidera la española Sacyr Vallehermoso, no cumple con lo pactado en el contrato, "pondrá en acción los mecanismos" previstos en el documento legal "que le permiten completar la obra", sin más precisiones. 

"No importa qué tipo de presión se haga contra la ACP, nosotros mantenemos nuestra exigencia de que Grupo Unidos por el Canal respete el contrato que ellos mismos aceptaron y firmaron", indicó un comunicado de la autoridad panameña que cita declaraciones de su administrador, Jorge Quijano.

Las obras del Canal de Panamá no son el único gran proyecto que parece a punto de venirse abajo. El AVE entre Medina y La Meca, cuya consecución sirvió para enarbolar la recuperación de España en plena crisis de confianza internacional, parece también a punto de descarrilar. Según fuentes próximas a los socios del consorcio, OHL y otras empresas privadas están en desacuerdo con la gestión de Ineco, la empresa pública que lidera la apuesta española, a la que acusan de quedarse con los primeros pagos abonados por Arabia Saudí.



        
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